Los documentos certificados también deben contener una serie de elementos que los identifiquen como tal, ya que no solo basta que hayan sido realizados por un traductor autorizado, sino que este debe marcar estos papeles para su uso posterior como oficiales.
En este caso, la traducción se debe realizar sobre un papel que tenga el sello y la firma de dicho traductor. De esta forma, se garantiza la exactitud de la traslación de un idioma a otro y la validez legal del documento.
En España, únicamente los traductores jurados nombrados por el Ministerio de Exteriores pueden ofrecer el servicio de traducción de documentos con valor legal. Podríamos decir que son los únicos traductores oficiales en España. Sin embargo, los requisitos de certificación varían de un país a otro. Y podríamos hablar de peritos traductores en México, o traductores públicos en Argentina, o traductores oficiales en Colombia, o traductores certificados en Estados Unidos (para trámites de inmigración para la USCIS) o traductores certificados en Reino Unido.
Por ello, es importante que consulte siempre con una agencia profesional sobre los requisitos específicos y señale dónde va a presentar la traducción.